En general la película me ha gustado, un film agradable, contandonos un episodio de una de las actrices más aclamada de la historia. Pero no salí del cine del todo contenta, y eso es por una cosas, hubo cosas que estaban por cuajar.
Una de ellas fue la música, que a pesar de haber compuesto parte de ella mi admirado Alexandre Desplat, no está del todo bien, en ocasiones hacen transiciones mediante unas percusiones que no evocan, para nada, la ambientación de la historia, Inglaterra en los años cincuenta. Quizá lo hicieran con la intención de que la percusión fuera esa Marilyn que destacaba allá donde fuera, pero a mi me chirrió.
También hay que destacar que todos los personajes están muy bien actuados, Michelle deja de ser Michelle al poco de empezar la peli, aunque de vez en cuando se deja ver, pero claro, hay que tener en cuenta que interpreta a la actriz que más veces hemos visto reproducida por todos lados, que si bolsos, camisetas, posters, cuadros, tazas del desayuno, botellas, pijamas y no sé que más pijada. Por no decir los documentos audiovisuales. Y ademàs, cada uno tiene una interpretación de ella. En resumen, que Williams se merece un aplauso por lo cerca que ha estado de Marilyn. Sin embargo Redmayne está genial, con ese toque de picaresca propia de un joven que quiere crecer dentro de un mundo tan peculiar como es el cine. Y la más merecida mención a Judi Dench, que su actuación es sublime.
De todos modos, creo que el mayor fallo de todos fue el mío al pensar que iba a ver el peliculón del año.
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