La semana pasada vinieron mis padres a verme. Cómo siempre pasaron dos cosas: mi madre me llena amablemente y de manera masiva mi nevera y vamos al teatro.
Ya llevaba tiempo que mi madre quería ir a ver a los Morancos al teatro, la última vez que estuvieron en Madrid fue imposible ir, para cuando quisimos coger entrada ya estaba todo vendido, así que cuando vi que volvían a la capital llamé a mi madre y decidimos de inmediato comprar unas entradas.
Me gusto reirme de esa manera que tienen ellos de hacer reir, de lo cotidiano, lo sencillo, de lo que a todos nos gusta reirnos. Con ese humor típico andaluz de exagerarlo todo, y así fue EXAGERADO. Ellos en su línea, ni defraudaron ni sorprendieron. Comenzaron con Omaita y Antonia y siguieron con diferentes imitaciones y chistes. Exagerado que estuviera el teatro lleno un día normal de entre semana.Exagerado es el par de pies del cuarenta y tanto con zapatos femeninos, que digo yo, ¿donde lo compraran? Aunque supongo que se los haran por encargo. Pero lo que fue carente y eché un poquito de menos fue la decoración. Un escenario mondao y pelao, cómo dijo mi madre. Al que le faltaba una pasadita de cepillo y un algo más. Algo como un fondo que no fuera una tela negra sin más. Vale que ellos son unos humoristas que pueden llenar con sus chistes el escenario, vale, pero por favor, más artista y mejor humorista es Moncho Borrajo y él decoró su último espectáculo con todos sus trajes usados en todos sus actuaciones. Pero las comparaciones son odiosas, así que no continuaré por esa parte.
El teatro Haagen Danz- Calderón es precioso, pequeño y cálido. Pero le haría falta un poco de lustre y restauración, que no se paga lo que se paga para estar en un palco con unas sillas corrientes manchándose una los pantalones con la cal de las paredes. No dejé de tener cierta sensación de que ahí no se pintaba desde que Franco se iba de cacería y con lo que cuesta ir al teatro, y el llenazo que hacen con cada espectáculo que extrenan podían estirarse un poco y adecentarlo.
Bueno, joer, he "revuelto" todo lo que había que "revolver con respecto al espectáculo de los Morancos. Pero al parecer no tuve sufiente con el espectáculo que ha decidido "revolver" mi cabeza y mi cuarto de estudio. Lo segundo con una visita al Ikea. Y lo primero con otra visita a la peluquería, adiós larga melena, hola melana tipo "Bob". Es increible que yo haya hecho algo así con mi pelo, pero ya se sabe, renovarse o morir.
Besos Rojos.
Hasta Pronto
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