lunes, 24 de mayo de 2010

Juntos, nada más


Bueno, aquí estoy otro rato más escribiendo un poco. Esta vez la diferencia está en que no me acompaña mi amigo el cigarro. Trás varias y seguidas crisis de tipo asmático por culpa de la alergia, he decidido que este es el mejor momento de dejar el vicio. Bueno, empujada sobre todo por mi chico qué cómo siempre me está apoyando.
Para calmarme estoy con la B.S.O. de Forrest Gump de fondo, que me parece un perfecto compendio de canciones de toda la vida que pueden acompañar en muchos momentos. Recomendada queda.
Hoy va a tocar hablar de un libro, de esos tantos que leo al cabo del año. Otros que releo y otros que se apilan en mi estanteria esperando a ser rescatados un día de estos. Y es que mi biblioteca va creciendo pero a mí cada vez me gusta más leer lo de siempre, qué como dice el dicho: "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". En realidad no es eso, pues en la lectura hay mil oportunidades de leer cosas interesantes. Lo que me pasa es que a veces la lectura es algo que uso para desconectar, y a veces hay libros que sabes que son perfectos para leer en ese momento, cómo puede pasar con cualquier disco que te pones cuando estas triste o aquel otro de cuando tienes buen rollito en el cuerpo.
A lo que iba. En Reyes me regalaron un libro del que hasta entonces no había oído hablar de él: "Juntos, nada más" de Anna Gavalda. Pero poco después me entero de que es un best-seller y que incluso se ha hecho película de él en Francia, de donde es original la novela. De la película no puedo decir mucho sólo vi un poquito, y me quedé con esa sensación de que en Francia sólo actúa Audrey Tautou... bueno esas son otras cavilaciones.
Bueno, pese a que él título tira un poca hacía atrás a los diabéticos literarios, no tiene nada que ver con la típica novela romántica de chico y chica y fueron felices y comieron perdices. Bueno, un poco sí, hay un chico, y otro chico y una chica, y una abuela y una casa enorme y vieja. Todo eso junto. A eso se refiere el título. Camille es la protagonista, cansada de la sociedad pasa por la vida de puntillas para no llamar la atención, pero eso no quita que Philibert y Franck saquen los caballeros que llevan dentro para llenarla de atenciones. Luego está Paulette, la abuela de Franck que se niega a ir a un asilo y acaban los cuatros formando una extraña familia, están juntos, nada más.
Es una de esas historias que te dejan con un buen sabor de boca, sabes que no es lo mejor que has leído, pero que tampoco es una bazofia vende libros. Es una historia normal, con relaciones normales y reacciones que todos hemos tenido. No es una pastelada, aunque tampoco falta el amor. Pero cómo cualquiera lo vivimos, sin caer en la trampa de la intensidad y terminar empalagados. Me gusta por eso, Porque tiene la cantidad exacta de intensidad. Consigue contarte historias tristes y crudas, ves cómo salen de ellas y como se sobreponen de una manera humana, porque no nos muestran a héroes que no se despeinan, si no a personajes que caen y no quieren levantarse hasta que alguien le de un empujón.

Personalmente estoy cansada de encontrarme con personajes que pueden con los suyo y lo del resto, que no se cansan y que siguen adelante. Son personajes que me hacen sentir mal cuando estoy atrasada con las clases, no he fregado el suelo o me espera una pila de metro y medio de ropa por planchar. Por eso "Juntos, nada más" merece una lectura.

Besos Rojos Y hasta pronto.

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